La calidad dentro de una organización es un factor importante que genera satisfacción a sus clientes, empleados y accionistas, y provee herramientas prácticas para una gestión integral. A pesar de ser un concepto subjetivo, es posible aplicarla a diversos bienes o servicios; en el caso de la cobranza, cada día es más importante cumplir con determinadas características encaminadas a realizar una labor efectiva. Generalmente se define a la calidad como el conjunto de propiedades y características de un producto o servicio que le confieren capacidad de satisfacer necesidades, gustos y preferencias, y de cumplir con expectativas en el consumidor. Así, la calidad del servicio de cobranza realizado por determinada empresa es asociada a su cualidad en relación con la percepción de satisfacción y la calidad del producto, es decir, con el resultado final, para lo cual debió seguirse todo un proceso, desde la planeación de la estrategia de cobranza hasta su ejecución final.